jueves, 28 de febrero de 2008

el suelo en el que la jìcama debe ser sembrada (parte 1)

Un suelo franco-arenoso es una de las mejores opciones para obtener raíces de suave textura y máxima calidad; para que se desarrolle bien, hay que sembrarla en una tierra húmeda, pero también depende del tipo de suelo, si el suelo es barroso, no hay que regarla porque se forman charcos y la jícama se pueden pudrir.

Se necesita hacer una buena preparación del terreno. El suelo debe estar blando y con textura casi de polvo. Para lograr que el suelo quede como se requiere, se hace un barbecho con un arado a 20 ó 30 centímetros de hondo, enterrando las malas hierbas y los deshechos. Luego se hacen cruces y pasadas con el rastrillo, para desmenuzar los terrones. Después se hacen surcos a 90 centímetros a un metro de distancia uno del otro. Aunque la jícama no necesita fertilizantes, es bueno poner estiércol después de barbechar quedando enterrado a unos 30 centímetros de profundidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mi nombre es pedro, yo medio se sobre estas situaciones. el suelo tiene que ser bien cuidado y se necesita de mucho cuidado, aun asi cuando ya esta sembrada no necesita de mucho cuidado sino sale peor

ISRAEL dijo...

Conocer estos detalles para la siembra de la jicama es muy importantes para que sea una consecha 100% excelente y de calidad.

Anónimo dijo...

si el suelo es cien por cierto imporante porque si se hace un suelo disntinto entonces la siembra va a salir mal y no tendra exito, mas que todo sera una perdida y un gasto de tiempo. asi q vale la pena estudiar bien bien el suelo antes de cometer cualquier error. buen detalle!